Civilización Roma
La Cultura romana fue el resultado de un importante intercambio
entre civilizaciones diferentes: la cultura griega y las culturas desarrolladas
en Oriente (Mesopotamia y Egipto,) sobre todo contribuyeron a formar la cultura
y el arte de los romanos. Uno de los vehículos que más contribuyó a la
universalización de la cultura romana, que de pronto fue la de todo el imperio,
fue el uso del latín como lengua común de todos los pueblos sometidos a Roma.
Arte de la Antigua Roma
Las primeras manifestaciones del arte romano nacen bajo el
influjo del arte etrusco, enseguida contagiado del arte griego, que conocieron
en las colonias de la Magna Grecia del sur de Italia, que Roma conquistó en el
proceso de unificación territorial de la península, durante los siglos IV y III
a. C. La influencia griega se acrecienta cuando, en el siglo II a. C., Roma
ocupa Macedonia y Grecia. Arquitectura de la Antigua Roma, Escultura de la
Antigua Roma y Pintura de la Antigua Roma.
Lengua
Latín
Nombres por edades y condición social
Tocador de una matrona romana. Obra del siglo XIX de Juan
Giménez Martín, Congreso de los Diputados de Madrid.
Infans: el que no habla (hasta los 7 años); Puer: de 7 a 17
años; Adulescens: de 17 a 30 años; Iuvenis: de 30 a 46 años; Senior: de 46 a 60
años; Senex: de 60 a 80 años; Aetate provectus: más de 80 años.
Puella: niña
Virgo: mujer no casada
Uxor: esposa
Matrona: madre de familia
Anus: la mujer que ya no puede tener hijos
Mulier: mujer, desde que se casaba.
Vir: hombre
Economía de la Antigua Roma
La
República de Roma dominaba una vasta extensión de tierra con enormes recursos
naturales y humanos. Como tal, la economía en la antigua Roma se mantuvo
concentrada en la agricultura y el comercio. El comercio agrícola libre, cambió
el panorama italiano, y por el siglo I a.C., las enormes haciendas dedicadas al
cultivo de la vid, de los cereales y de la oliva propiedad de grandes
terratenientes habían estrangulado a los pequeños agricultores, que no pudieron
igualar el precio del grano importado.
Agricultura
La
agricultura era una actividad que estaba muy bien considerada dentro de la
sociedad romana, al contrario de lo que sucedía con la artesanía.. Incluso los
Patricios se dedicaban al cultivo de la tierra y a la cría del ganado: estos
patricios eran propietarios de grandes haciendas cuyo mantenimiento y
explotación recaía en la mano de obra esclava que vivía en estas fincas durante
todo el año al cuidado de un capataz que, a su vez, era un esclavo de confianza
del propietario. Estas enormes fincas producían todo tipo de alimentos. Si se
daba el caso de que la explotación se encontraba cerca de alguna ciudad, los
frutos de la cosecha se trasladaban diariamente a su mercado y se vendían, ya
que solían ser productos que se estropeaban con el paso del tiempo, tales como
frutas, hortalizas y verduras frescas, que eran muy apreciadas por los
habitantes de las grandes ciudades.
El
trabajo que se realizaba en las ciudades era muy distinto que el realizado en
el campo. Para los romanos, al contrario de lo que sucedía con la agricultura,
el comercio y el trabajo manual no gozaban de gran consideración.
El
comercio en Roma
Ruta de la seda y Relaciones entre el Imperio
romano y China.El comercio romano fue el motor que condujo a la economía de finales
de la República y principios del Imperio. Modas y tendencias de la
historiografía y cultura popular han tendido a no ocuparse de la base económica
del imperio en favor de la lengua franca que fue el latín y las hazañas de las
legiones.
La
moneda romana
El
movimiento de mercancías por el Imperio romano era, además de muy antiguo, muy
fluido. Como todos los economistas saben, para que el comercio sea fluido debe
existir una “mercancía” cuyo valor unifique el de todos los demás productos. Es
decir, debe haber algo que pueda ser utilizado como patrón para “medir” el
valor de las cosas.
Theodor
Mommsen, Historia de Roma, Libro II, cap. VIII.Como los romanos necesitaban
importar metales para fabricar instrumentos para el cultivo o bien para
fabricar armas, el cobre y el bronce constituyeron muy pronto otro artículo de
cambio. Así, las primeras monedas romanas, por lo menos de las que tenemos
constancia, fueron de cobre, aunque su valor se medía con respecto al lingote
de bronce (Aes) y tomaron el nombre de este metal. Por supuesto, nos estamos
refiriendo al “as” romano.
Así,
tras el mandato de Nerón, existían cuatro tipos de monedas romanas principales
que, como es de suponer, circulaban por todo el mediterráneo:
Acuñado
en cobre, el As. A cuñados en plata estaban el Sestercio y acuñado en oro
Religión, mitología y festividades
En la Antigua Roma
Los romanos eran politeístas. La religión romana refleja los
mismos elementos procedentes de otras civilizaciones que el resto de sus
manifestaciones culturales. La religión griega, sobre todo, desempeñó un papel
fundamental en la creación del panteón romano.
Durante la Monarquía y en los primeros tiempos de la
República, los dioses estaban directamente relacionados con las actividades
agrícolas y la vida doméstica.
Los romanos veneraban a los númenes o espíritus de la
naturaleza, a los manes o espíritus de los antepasados, a los lares o espíritus
del hogar y a los penates o espíritus de la vida y de las provisiones.
La religión romana tuvo un carácter práctico que se tradujo
a la creación de un tipo especial de sacerdotes, los augures, encargados de
interpretar determinados signos (el vuelo de las aves, las entrañas de los
animales sacrificados, los fenómenos naturales como el trueno) para tomar
decisiones relacionadas con la vida pública.
Mitología romana
La mitología romana está formada por las leyendas y mitos de
la religión politeísta practicada en la Roma antigua. La mayoría de las
divinidades del panteón romano provienen de Grecia con dioses que suplantaron a
las divinidades locales con algunas raras excepciones.
Desarrollo de las fiestas romanas
La principal fiesta romana (ludi máximi o ludi magni, es
decir los Grandes Juegos) empezaba con una procesión tras la cual iban las
imágenes de los dioses y detrás los guerreros; seguían las comparsas de
bailarines (lúdii) con túnicas rojas; los hombres adultos con cascos y
armaduras, los adolescentes con pieles de ovejas; después venían los músicos:
el colegio de flautistas o collegium tibicínium era tan antiguo como el de los
saliares, en latín salii (sacerdotes del dios Marte o 'saltadores danzantes'),
pero tenía una consideración inferior.
Esta fiesta se celebraba en otoño, al regreso de las tropas
en campaña, y era una fiesta para celebrar la victoria.
En el carnaval popular (fériae o saturae) se usaban
máscaras. La música se hacía con flautas (tibias). En las fiestas se celebraban
combates y carreras de carros. Los vencedores recibían una palma como corona lo
cual era considerado un gran honor. Un romano se enterraba siempre con las
palmas o coronas ganadas.
También destacaba entre las diversas fiestas la de los
manes, dedicada a los muertos. Todas las fiestas tenían un desarrollo similar,
cada una con sus particularidades. Otra importante fiesta